Si no te resistes consientes ¿De verdad?
A propósito del juicio abierto, comenzado esta semana, sobre la violación ocurrida durante los San Fermines de 2016, me gustaría matizar dos conceptos fundamentales para todas las personas que emiten comunicados, noticias de prensa, escriben artículos y dan la cara frente a la televisión.
Aunque la falta de rigor en la información sea habitual, cuando se realiza sobre un suceso tan mediatico, con tantas personas expectantes es básico informarse para transmitir la noticia de la forma más veraz posible sin juicios, ni acusaciones.
Tenemos que hacernos responsables de aquello que decimos y/o escribimos porque puede repercutir negativamente en el proceso de recuperación de una persona.
Nota formativa 1:
Putnam (1994) define la disociación como aquel proceso que produce una alteración en los pensamientos, sentimientos o actos de una persona de forma que, durante un periodo de tiempo, ciertas informaciones que llegan a la mente no se asocian o integran con otras, como sucede en condiciones normales.
Ante una situación traumática la disociación aparece como mecanismo de defensa para amortiguar el impacto de la experiencia traumática. La disociación es una defensa rápida y eficiente; influye en el bloqueo de la memoria y de las emociones y la experiencia traumática se manifiesta desde lo corporal (rigidez en los músculos, respiración pobre, hombros agachados etc…)
Esta nota formativa va para todas aquellas personas que informan y que ofenden a cualquier profesional de la salud mental al cuestionar que cuando una mujer violada declara su experiencia sin llorar o sin “ponerse nerviosa”, a lo mejor es que consintió el acto.
Nota formativa 2:
El pánico se define como un miedo intenso acompañado, entre otros, de los siguientes síntomas: palpitaciones; sudoración excesiva; sensación de ahogo; temblores; mareos; nauseas; parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo); desrealización (sensación de irrealidad, de que esto no está ocurriendo); miedo a morir.
Esta nota formativa va para todas aquellas personas que informan y que ofenden a cualquier mujer cuando cuestionan si una violación es tal si la mujer no se resistió, sino se defendió. ¡Claro! ¡Cómo no habíamos caído en eso! ¡Cómo no se resistió frente a un grupo de hombres que “simplemente le sujetaban de los brazos”! ¡Cómo no les dijo que no!
De verdad, si vais a informar, primero formaros porque es ofensivo vuestro planteamiento. No se trata de feminismo, que también, se trata de conocimiento y sentido común.