A propósito de miembros y miembras
A propósito de miembros y miembras……
Ante la controversia que tiende a provocar este tipo de comentarios o de apuntes en femenino me veo en la obligación de aclarar algunos puntos:
1º El objetivo de emplear estos términos es el de visibilizar la necesidad de procurar un lenguaje que nos represente: a hombres y mujeres.
2º Yo no tengo ningún problema en reconocer que no sé si la solución pasa por decir niños y niñas en todo momento o si pasa por crear un nuevo genérico. No lo sé. Y no lo sé porque no soy lingüista, soy terapeuta.
3º De la misma manera, no tengo ningún problema en reconocer lo que sí sé: que “somos lo que decimos que somos” y que, por tanto, lenguaje y pensamiento se condicionan mutuamente.
De modo que, señores lingüistas – y soy consciente de que debo usar el genérico masculino porque son mayoría- , lo que les estamos pidiendo es que se pongan a trabajar y a adaptar el lenguaje para el reconocimiento de la mitad de la población.
¡Dígannos cómo hacer!
Y si no saben, pregunten.
Anímense, pregunten a las mujeres feministas expertas en lengua -que las hay-, debatan y lleguen a un acuerdo. Así no tendrán que escuchar cosas que, si hacen daño a sus oídos, es porque están acostumbrados a oír.
Nuestros oídos, sin embargo, están sordos de no escucharnos y nuestras bocas mudas de no pronunciarnos.
La sociedad es machista y su lenguaje también.
La revolución será feminista o no será.