¿Te rodeas de las personas adecuadas? Descúbrelo y aprende a poner límites.
Estás en el lugar correcto y debes seguir leyendo esto si respondes de manera afirmativa a dos de estas cuestiones
1. ¿Te cuesta tomar decisiones?
2. ¿Antes de tomar una decisión sueles consultar a tu entorno más cercano?
3. ¿Es básico para ti tomar una decisión sabiendo que tus personas de confianza te apoyan?
4. ¿Crees que sin tus amigos o familiares de confianza te sería muy difícil tomar una decisión?
Aquellas personas a las que pides opinión y confías en su criterio forman parte de tu círculo de confianza. Este círculo de confianza del que apenas tomamos conciencia está formado por familiares o amigos íntimos a los que pedimos opinión o les relatamos nuestros problemas con la esperanza de que sus palabras nos den la solución o de que al menos nos permitan sentirnos mejor.
El ser humano necesita un círculo de confianza para sobrevivir. A todos nos sienta bien contar con esa persona o personas que cuadran con nuestra forma de ser. La confianza es algo vital. Sin embargo, es el grado de influencia que ejercen en nuestra vida y cómo nos sentimos a su lado lo que determina si nuestro círculo de confianza nos impulsa a crecer o por el contrario nos dominan y encoge.
¿Cómo distingo si mi círculo me nutre o me marchita?
1. Primero deberás de escribir en un papel (papel y boli no en formato digital) qué personas cuentan con tu confianza y a cuales de ellas les consultas antes de tomas una decisión.
2. Después comienza a colocarlas de mayor a menor según la confianza que te despiertan.
3. Por último recoge los sentimientos que sientes al estar con cada una de ellas.
Cuando tengas tu lista de personas colocadas de mayor a menor según el grado de confianza que ejercen en ti, y lo que sientes cuando estás cerca de ellas, piensa en un sueño que tengas (o incluso algo que hayas querido realizar en un pasado) por ejemplo irte a vivir a otra ciudad, tener un hijo, cambiarte de trabajo... algo que te provoque ilusión. Ahora imagina lo que te diría cada una de ellas si les pidieras su opinión. ¿Te ayudarían? ¿Te harían sentir bien? ¿Te apoyarían sin contemplaciones? O por el contrario recibirías quejas, juicios o miedos.
Cuando obtengas la respuesta. Reflexiona, ¿Cómo te sientes? ¿Crees que les harías caso? ¿Qué pasaría si hicieras lo contrario de lo que te aconsejan? Responde con sinceridad y toma nota de ello. Ahora que sabes, o al menos intuyes la respuesta, puedes distinguir si tu círculo de confianza a veces toma el timón de tus decisiones en lugar de sentarse a tu lado en el barco y animarte a ser tú quien las tome.
Límites del Auto-Respeto
Para profundizar más en este tema, te dejo lo que yo llamo los límites del auto-respeto. Piensa en cada uno de ellos e interioriza que tú y solo tú debes decidir la dirección de tu vida.
1.Nunca se dan consejos sin ser pedidos.
2.No aceptes consejos si no crees que los necesitas.
3.Pedir y recibir un consejo no te obliga a cumplirlo. Eres tú quién tiene la última palabra.
4.Que nos lo digan por nuestro bien o con la mejor intención no significa que sea lo mejor para nosotros. Eso lo decides tú.
5.Aconsejar u opinar no es criticar. Acepta opiniones no críticas.
6.Es positivo pedir y recibir consejo de nuestro círculo cercano siempre y cuando no sea lo que dirija nuestras decisiones o influya en nuestra forma de ser o de pensar.
Elige bien quién te ofrece su consejo y procura que no vuelque en ti sus preocupaciones, miedos o fracasos. Como decía el Dalai Lama: si alguien busca un cubo de basura al que arrojar sus preocupaciones procura que no sea tu mente.
Rodearnos de personas afines a nuestra forma de ser, con una mirada positiva sobre la vida es muy importante para mantener nuestra mente en buen estado. Si nuestro círculo más cercano está gobernado por personas que actúan bajo la queja y el papel de víctima nos será difícil obtener impulso y apoyo de ellas. Todo empieza en nosotros pero no olvidemos que somos seres sociales. Todos necesitamos relacionarnos con los demás para obtener apoyo, cariño, consejo así como hablar sobre nuestras dudas, alegrías o tristezas.Tomar conciencia de nuestro entorno y de cómo nos relacionamos con él es vital para nuestro crecimiento personal.
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Un beso