La necesidad del perdón
Cuando Valle entró por primera vez en la consulta no podía imaginar que su incapacidad para comprender y perdonar a su madre provocaba en ella una incapacidad para comprenderse y perdonarse así misma. Si bien nunca podemos hablar de una causalidad unidireccional donde el efecto inmediato sea claro en su desarrollo, si podemos relacionar la incapacidad con la necesidad.
La incapacidad de la madre de Valle para protegerla a ésta de los abusos por parte de su hermana produjo tal desconsuelo en ella y tal necesidad de ser salvada que, junto a otros componentes patriarcales e identitarios fuertes, la llevaron a elegir una relación de pareja basada en el control y el maltrato psicológico.
Sin embargo, en el relato vital fuimos descubriendo los mecanismos de control y protección que su madre puso en marcha para protegerla. Si bien, en ningún caso fueron efectivos por no denunciar y explicitar aquello que se estaba produciendo y por no buscar el apoyo de la otra figura relevante: el padre.
El perdón, en el caso de Valle, hacia la figura de su madre pudo producirse al entender que, desde su capacidad, puso en marcha determinados mecanismos de protección. Los cuales, paradojicamente, provocaron el efecto contrario al deseado.
Una vez más, desde el perdón y la aceptación pudimos iniciar un camino terapéutico para el reconocimiento del ser y la búsqueda de una identidad propia haste ese momento cubierta por los desagravios de una figura maternal difusa e incapaz de mirar a los ojos de sus hijas y reconocerlas en su sufrimiento.
Las mujeres de mi vida es un espacio en el que relato experiencias y procesos terapéutico que he vivido junto a mujeres que han venido a mi consulta.
Importante: Los nombres escritos en los relatos de las Mujeres de mi Vida no se corresponden con la realidad. Lo que se relata son momentos de recuperación de personas, tanto hombres como mujeres durante el proceso terapeutico. La intención de este artículo y de otros similares es mostrar que todos y todas tenemos una segunda oportunidad, que podemos y debemos trabajar por y para nuestra felicidad además de ser conscientes de que tenemos el derecho a contarnos nuestra historia de la manera que nos provoque más paz .
Patricia Moreno del Valle. Aprende a ser tú para quererte a ti.